El Blog de Eliseo Oliveras sobre política internacional. Una mirada crítica y sin compromisos desde la capital de Europa sobre las claves, el funcionamiento y los entresijos de la Unión Europea (UE), de la OTAN y de sus estados miembros.

Europa está algo mejor, pero sigue muy mal


Sede de la Comisión Europea con la bandera de la UE



La Unión Europea (UE) y la eurozona están algo mejor que hace tres años, cuando estaba en duda la supervivencia del euro y del proyecto europeo, como señalan el Gobierno español y diferentes dirigentes europeos coincidiendo con el Día de Europa, pero siguen muy mal.

La salida de la recesión en la eurozona, retrasada a la segunda mitad de este año, se anuncia débil y problemática, las tasas de desempleo europeas y españolas alcanzan niveles récord y los líderes europeos siguen careciendo de una estrategia efectiva de salida da la crisis que vaya más allá de las palabras grandilocuentes y los millones ficticios de papel.

El antiguo desapego de los ciudadanos hacia el proyecto de integración europea se está transformando en una creciente hostilidad al responsabilizar a Europa y a las políticas impuestas desde la Comisión Europea de sus penurias cotidianas y de la falta de perspectivas futuras. El creciente éxito electoral de los grupos políticos populistas, extremistas y antieuropeos lo muestra claramente.

FRACTURA NORTE-SUR

La diferente situación económica de los países del sur y la periferia europea respecto al centro y el norte de Europa está abriendo además una brecha cada vez más profunda entre las dos Europas, que impide a Alemania y sus aliados percibir con objetividad la gravedad de la situación económica real europea. Esto lleva a Alemania y a la Comisión Europea a empeñarse en aplicar políticas que hasta ahora han agravado la recesión y el paro.

El Banco Central Europeo (BCE), prisionero de las rigideces impuestas por Alemania durante su concepción, no parece dispuesto a seguir el ejemplo de la Reserva Federal de Estados Unidos con su intervención decidida a favor del crecimiento mediante inyecciones masivas de fondos en el sistema económico norteamericano. El resultado no podría ser peor para Europa: mientras el producto interior bruto (PIB) de EEUU creció el año pasado el 2,2% y crecerá este año el 1,9%, el de la eurozona sufrió una contracción del 0,6% en el 2012 a la que le seguirá una contracción del 0,4% en el 2013.   
Tras demostrarse que las supuestas bases empíricas de la política de austeridad a ultranza se basaban en errores de cálculo y cifras manipuladas, la Comisión Europea ha suavizado el rigor en la reducción del déficit público, pero sigue sin presentar un plan efectivo de crecimiento y creación de empleo.

POBLACIÓN EMPOBRECIDA

La confianza ciega de Alemania y la Comisión Europea de que los ajustes y las reformas conseguirán por sí solos sacar a la eurozona de la crisis choca con la experiencia de la historia económica. El anterior primer ministro italiano y antiguo comisario europeo, Mario Monti, liberal y muy poco sospechoso de izquierdismo, ya ha advertido en repetidas ocasiones que «las reformas económicas por sí solas nunca traerán crecimiento».

Como señalan los premios Nobel de Economía Joseph Stiglitz  y Paul Krugman, la actual crisis es una crisis de falta de demanda y consumo, que no se resolverá con ajustes presupuestarios y reformas (políticas de oferta). Además, la enorme desigualdad socioeconómica acumulada en las últimas décadas y el drástico empobrecimiento de la clase media y trabajadora después de la crisis financiera del 2008 hace todavía más difícil la salida de la crisis, porque ha hundido la capacidad de consumo de la mayoría de la población, con excepción del reducido porcentaje de la élite socioeconómica que se enriquece cada vez a ritmos más acelerados, como subraya Stiglitz.