El Blog de Eliseo Oliveras sobre política internacional. Una mirada crítica y sin compromisos desde la capital de Europa sobre las claves, el funcionamiento y los entresijos de la Unión Europea (UE), de la OTAN y de sus estados miembros.

Merkel impone un euro “alemán” sin asumir ninguna contrapartida


Angela Merkel, y Nicolas Sarkozy en la cumbre de la UE


La cancillera alemana, Angela Merkel, consiguió su objetivo en la cumbre de la Unión Europea (UE) del pasado 8 y 9 de diciembre de imponer su modelo de rigor y disciplina presupuestaria al conjunto de una eurozona debilitada sin comprometerse prácticamente a nada a cambio. Merkel fue la vencedora política indiscutible de la tormentosa reunión europea en Bruselas, mientras que el primer ministro británico, David Cameron, fue el perdedor más absoluto.
         
Merkel está convencida que la mera virtud, una aplicación escrupulosa del rigor presupuestario, será suficiente por sí sola para recuperar la confianza de los mercados financieros en la deuda pública.

La cancillera se negó de forma inflexible a lo largo de las maratonianas negociaciones a que el pacto fiscal del euro incluyera ninguna medida adicional de solidaridad, como un incremento de la potencia de fuego financiera del fondo de rescate contra los especuladores o la simple mención de la posibilidad de crear a largo plazo eurobonos en una eurozona de cuentas públicas saneadas y virtuosas.

La ausencia de una estrategia para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo en una eurozona al borde de la recesión es otro elemento distintivo y preocupante de la cumbre.
         
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, coimpulsor de la iniciativa, actuó una vez más como acompañante. Su único éxito fue convencer a Merkel de que rectificara y abandonara su doctrina de que la banca y los inversores deberían también contribuir en el futuro a sufragar el coste del eventual rescate de un país en apuros.
         
Esta exigencia de Merkel formulada hace un año en la cumbre franco-alemana de Deauville ha sido la responsable del contagio de la crisis griega a Italia y España, como ya había advertido que ocurriría el Banco Central Europeo (BCE), y ha salido muy cara a ambos países y al conjunto de la eurozona.
         
El aumento del fondo de rescate o su financiación a través del BCE y algún tipo de mutualización de la deuda pública, defendidos por Sarkozy, el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, España y numerosos países no prosperaron y fueron bloqueados por Merkel.
         
El pacto fiscal del euro representa un paso adelante muy importante hacia la integración económica y política de la eurozona, pero dado el comportamiento de las agencias de  calificación y la irracionalidad que domina los mercados puede resultar insuficiente para resolver la crisis y restablecer la confianza en la deuda pública europea.
         
La otra dificultad que deberá superar el pacto fiscal del euro es el traslado de su contenido a los artículos de un tratado y su encaje con el marco institucional ya existente en la UE. La experiencia ha demostrado que esa tarea puede degenerar en complejas discusiones entre los países por el redactado de cada línea.


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