El Blog de Eliseo Oliveras sobre política internacional. Una mirada crítica y sin compromisos desde la capital de Europa sobre las claves, el funcionamiento y los entresijos de la Unión Europea (UE), de la OTAN y de sus estados miembros.

¿Hasta dónde pueden llegar los ajustes?


Grecia se prepara para dar otra vuelta de tuerca a su draconiano plan de ajuste. Los políticos portugueses, por su parte, intentan mantener a la población en la ignorancia de las duras medidas y los dolorosos sacrificios que les esperan después de las elecciones, y la población irlandesa, cohesionada por su nacionalismo, parece resignada a pagar con sus sacrificios el enriquecimiento previo y descontrolado de los promotores inmobiliarios y los banqueros, bendecido hasta la crisis por sus políticos nacionales.

Incluso en otros países que no están intervenidos por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), como España, nuevos recortes en los derechos y prestaciones sociales y nuevas injusticias económicas esperan a la vuelta de la esquina.

El comisario de Economía, Olli Rehn, y el presidente del Eurogrupo
¿Hasta dónde pueden llegar los ajustes sin que se produzca un estallido político-social? ¿Hasta dónde se puede imponer sacrificios a la población asalariada que no es responsable de la crisis, que no cobra bonificaciones escandalosas, ni los sueldos de vértigo de los ejecutivos y que no se enriqueció con la burbuja inmobiliaria, ni con contratos públicos poco claros?

El propio comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, en una entrevista en El Periódico el pasado mes de abril reconoció que “el reparto de sacrificios para salir de la crisis es injusto”.

Hasta ahora los sacrificios y ajustes se han concentrado exclusivamente en los trabajadores y las capas populares de la población, mientras la distancia entre los sueldos medios y los de los ejecutivos no paran de crecer a un ritmo vertiginoso y los gobiernos no adoptan ninguna medida, ni parecen escandalizarse por la exhibición sin pudor de esos salarios supermillonarios, ni por el reparto de las primas de cientos de millones de euros entre los banqueros.

¿Por qué no se ha abierto expediente, salvo en casos excepcionalísimos, a ninguno de los directivos de bancos y cajas responsables de la crisis financiera en España o en los otros países europeos donde los Gobiernos han tenido que intervenir para evitar quiebras bancarias en cadena?

¿Por qué en lugar de una penalización, al menos financiera, esos directivos siguen en sus puestos en las entidades fusionadas, se han ido con suculentas indemnizaciones en el bolsillo o se han recolocado en otras actividades?   

¿Por qué no se ha emprendido ninguna acción judicial desde Europa contra las agencias de calificación (rating) por haber avalado con la máxima solvencia productos financieros que no valían nada, esas mismas agencias que ahora se esfuerzan por intentar hundir la cotización de la deuda pública de los países europeos?

¿Por qué los responsables de la supervisión bancaria, como el gobernador del Banco de España, que no hicieron nada para detener la burbuja inmobiliaria-financiera --como ha dejado en evidencia informes de la Comisión Europea-- sólo parecen interesados en recortar los derechos de los trabajadores?

¿Por qué debe tributar más trabajar ocho horas cada día que los rendimientos del capital? ¿Por qué el peso del impuesto sobre la renta recae sobre los asalariados, mientras que la clase acomodada, incluidos los promotores inmobiliarios, en España, Francia, Italia y otros países escapa a la tributación a través de las denominadas sociedades de inversión de capital variable (Sicav)? En España ni siquiera la Agencia Tributaria puede investigar esas sociedades Sicav si no es con una autorización previa difícil de obtener de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

¿Por qué se permite a las entidades financieras, que han podido superar la crisis gracias a las ingentes ayudas públicas (y, por tanto, las contribuciones de todos los ciudadanos), que se queden con el piso de las personas que no pueden pagar la hipoteca a la mitad de su valor y además sin dejar zanjada siquiera la deuda?

Los interrogantes de los ciudadanos son tantos, que harían falta muchas páginas para enumerarlos. Pero la respuesta de los gobiernos europeos, del Eurogrupo y de la Comisión Europea sólo parece una: ajuste, ajuste y más ajuste, a costa de los más débiles.

El coste social de los planes de ajuste en la zona euro

Grecia, Irlanda y ahora Portugal, además de tener que pagar un tipo de interés elevado por el rescate financiero europeo, han tenido que imponer unos draconianos sacrificios económicos a su población para sanear sus cuentas públicas y reformar sus economías. Esos sacrificios constituyen una contrapartida ineludible para obtener y seguir recibiendo la ayuda financiera europea, pero están hundiendo a esos países en la recesión y generan unas tensiones sociales enormes.

El comisario de Economía Olli Rehn con los ministros de Portugal y Grecia

El ajuste adopta en la práctica la forma de congelación o reducción de los salarios de los empleados públicos, de recortes en el seguro de paro, de reducción de las pensiones, de rebaja de los fondos destinados a educación y sanidad y de aumento de los impuestos sobre el consumo, con el consiguiente encarecimiento de precios y de una mayor dificultad de los hogares para llegar a fin de mes.

El peso de esos enormes sacrificios económicos recae fundamentalmente sobre los trabajadores y las capas populares de la población que no han tenido ninguna responsabilidad en la crisis de sus respectivos países. Los ajustes presupuestarios van acompañados además de importantes reformas económicas y laborales y de programas masivos de privatizaciones de las empresas públicas.

Grecia
Grecia, cuyos anteriores gobiernos conservadores habían manipulado las cuentas públicas para ocultar a sus socios el déficit público galopante, fue el primer país a quien se impuso un programa de ajuste draconiano, que ha servido de modelo para Irlanda y Portugal. El hecho de que el Gobierno griego hubiera mentido deliberadamente a sus socios durante una década sobre sus cuentas públicas facilitó que a los demás países de la zona euro no les temblara el pulso al exigir un ajuste durísimo, que ha hundido al país en una profunda recesión.

Los empleados públicos griegos tendrán el sueldo congelado durante tres años y sus pagas extra serán recortadas o suprimidas en función del sueldo. La edad de jubilación se ha retrasado hasta los 65 años, el cálculo de la pensión se realizará en función de toda la vida laboral y el importe de las pensiones baja por el recorte de las pagas extras.

Grecia ha aumentado el tipo del impuesto sobre el valor añadido (IVA) al 23% y ha incrementado en 10 puntos porcentuales los impuestos sobre los combustibles, el tabaco y las bebidas alcohólicas.

Irlanda
La crisis financiera irlandesa ha estado provocado por la quiebra del sistema bancario nacional por sus especulaciones inmobiliarias, la nula supervisión gubernamental y la estrecha connivencia de los políticos con el sector inmobiliario y bancario. Los bancos se han mantenido a flote a cambio de sucesivas inyecciones multimillonarias de fondos públicos y el conjunto del país ha tenido que asumir unos sacrificios inmensos, ya que el déficit público supera  la astronómica cifra del 32% del producto interior bruto (PIB).

El Gobierno suprimirá el 7% de los empleos públicos y reducirá aproximadamente en un 14% el sueldo de los funcionarios. El salario mínimo nacional se ha recortado el 10% y la duración y el importe del seguro de paro también se reduce.

La edad de jubilación subirá a 66 años en el 2014 y posteriormente de forma escalonada hasta los 68 años en el 2028. El cálculo de la pensión se endurece y el importe de las pensiones de más de 12.000 euros anuales se recortará entre el 6% y el 12% y las  de los nuevos jubilados en un 10%.

El impuesto sobre la renta sube a través de la reducción y supresión de deducciones. El tipo del IVA aumentará también de forma escalonada para llegar al 23% en el 2014. Las tasas universitarias se multiplican por cuatro hasta 2.000 euros, se crean nuevos impuestos y se introducirá el pago por el agua doméstica.

Portugal
El ajuste de Portugal sigue la pauta de los dos anteriores, con la reducción del número de empleados públicos,  la congelación de los sueldos de los funcionarios y de las pensiones hasta el 2013 y el recorte de las pensiones superiores a 1.500 euros. La duración del seguro de desempleo y de sus cuantías máximas también se reducirá.

Los impuestos sobre la renta y sobre sociedades aumentarán por la reducción las deducciones fiscales autorizadas. El IVA subirá sobre numerosos productos que se benefician ahora de un tipo reducido. Los impuestos sobre el tabaco y los automóviles también se incrementarán. El Gobierno asimismo creará un nuevo impuesto sobre el consumo eléctrico y se actualizarán los valores catastrales de los inmuebles, lo que aumentará los impuestos que deberán pagar sus propietarios. La Comisión Europea estima que el ajuste mantendrá a Portugal en una situación de recesión durante dos años.

Condenado a prisión en Bélgica por coger comida de la basura


Los tribunales de justicia de Bélgica, que destacan por la levedad de sus sentencias en los delitos graves y las escasas condenas por violación, ha sorprendido de nuevo a la población con una nueva sentencia digna de este país inmerso en el surrealismo cotidiano y sin Gobierno desde hace casi 11 meses.

El tribunal correccional de la ciudad flamenca de Dendermonde (Termonde, en francés), al noroeste de la capital belga, acaba de condenar a un hombre de 50 años a seis meses de prisión por haber cogido dos bolsas de magdalenas caducadas de un contenedor de basura.

El tribunal ha tipificado la acción de robo porque el contenedor de basura se encontraba en el aparcamiento de un supermercado de la localidad de Rupelmonde, situada más al norte, en las inmediaciones de Amberes.

El tribunal de Dendermonde considera que la acción de recuperar una comida tirada a la basura es un robo, porque esa comida “continúa siendo propiedad del supermercado” incluso después de que la empresa la haya sido tirada a la basura, según detalla el diario La Libre Belgique.

La denuncia contra el infortunado y necesitado ciudadano belga ha sido promovida por el supermercado, cuyo nombre no ha trascendido, y ha sido aplaudida por la federación empresarial de comercio y servicios Comeos. La federación empresarial considera muy positivo que el tribunal tipifique y sancione penalmente como robo la recuperación de la comida tirada a la basura por los supermercados, en una muestra preocupante de insensibilidad social y humana.

La surrealista sentencia de Dendermonde se produce precisamente después de que el pasado 3 de mayo el tribunal correccional de Namur confirme la condena de 5 meses de prisión con suspensión (sin hacerse efectiva) a un conductor que atropelló mortalmente el 21 de octubre del 2008 a una madre y a sus dos niños de 3 y 5 años en un paso de peatones en Andenne.

Los tribunales belgas parecen más sensibles a preservar la propiedad privada de la basura que a sancionar a quien arrebata la vida a tres personas.     
    

Bruselas debilita a la UE

Cecilia Malmström, comisaria europea de Interior



El Ejecutivo comunitario presidido por el conservador José Manuel Durao Barroso está debilitando la Unión Europea (UE) y uno de sus principales logros: la supresión de los controles fronterizos internos y la libre circulación de los ciudadanos europeos por todo el continente, garantizada por los Acuerdos de Schengen.


Primero fue la complacencia de Barroso y de la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, con el comportamiento Italia durante la llegada de los inmigrantes tunecinos sin papeles y las maniobras del Gobierno italiano para exportar el problema a sus demás socios europeos mediante la concesión de permisos de residencia irregulares a esos inmigrantes clandestinos.


La propia Malmström llegó a declarar durante el Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE el pasado abril que Italia tenía “derecho” a conceder esos permisos de residencia, que permiten el libre desplazamiento por la UE, cuando era evidente que esos inmigrantes clandestinos no reunían dos de los requisitos esenciales para obtener esos documentos: papeles de identidad en regla y medios económicos para garantizar su manutención.


Ahora, ante las quejas de Francia por la llegada de esos inmigrantes a su territorio con unos permiso irregulares, Barroso y Malmström pretenden resolver el problema creado por su propia laxitud y falta de coraje político mediante la facilitación de la reintroducción de los controles internos de fronteras, lo que supone socavar uno de los pilares de la UE y un claro retroceso en la integración europea.


El Parlamento Europeo ya ha expresado su preocupación y alarma por esta estrategia de la Comisión Europea. “La libre circulación, como el euro, es uno de los símbolos de Europa, y los Acuerdos de Schengen no deben debilitarse”, ha advertido el eurodiputado del grupo popular Carlos Coelho.


Los socialistas europeos reprocharon al Ejecutivo comunitario que, en lugar de defender los avances logrados por la UE, proponga debilitarlos. “Es inaceptable y desalentador” que la Comisión Europea ceda a las exigencias populistas, ha lamentado el presidente de la comisión parlamentaria de libertades públicas, el socialista español Juan Fernando López Aguilar.


“La respuesta a los problemas migratorios no puede ser la reintroducción de los controles fronterizos internos o la modificación de las normas de Schengen”, ha denunciado el líder del grupo liberal en la Eurocámara, el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt.


Los principales grupos de la Eurocámara coincidieron en destacar que no se puede poner en peligro el logro de la libre circulación de ciudadanos dentro de las fronteras de la UE por un problema de 20.000 inmigrantes irregulares, una cifra manejable y muy reducida para países de 60 millones de habitantes, como Italia o Francia.